Los primeros pasos hacia la corrupción.

Los primeros pasos de la corrupción en nuestro país se remontan a tiempos muy antiguos. En la época colonial los conquistadores que habían ganado tierras para el rey buscaban un beneficio personal. Asimismo, no debemos olvidar que los exploradores españoles fueron a las indias en búsqueda de fortuna y estatus social(1). El rey de España, Carlos V, en gratitud a los trabajos realizados por los hombres que se aventuraron a la conquista de nueva tierras, brindo beneficios tales como las “encomiendas”. Estas, según el autor Peter Klarén, fueron concedidas a los encomenderos en agradecimiento por su trabajo durante la conquista del Nuevo Mundo. Asimismo, consistía en la posibilidad de cobrar tributos a los indios en forma de bienes o mano de obra. Sin embargo, esta recompensa tan solo funcionaba si los encomenderos cumplían con la responsabilidad de cuidar en su plenitud a los indios. Seguidamente, uno de los objetivos de la conquista y la colonización del Nuevo Mundo fue la evangelización de los indios (2). Es por esto que el negocio era muy rentable para los encomenderos –para algunos considerados los primeros grandes empresarios del Perú-, debido a que en proporción a lo que estaban recibiendo, evangelizar a los indios era una tarea poco ardua.

Posteriormente, la corona española procedió a una reforma de la encomienda promulgando Nuevas Leyes con la única finalidad de proteger los derechos de los indios tras los abusos realizados por los encomenderos (3). Estos ultrajes consistían en el cobro descomunal de tributos sin ofrecer nada a cambio. Tras las múltiples quejas recibidas por la corona por parte de dominicos como Bartolomé de Las Casas y Domingo de Santo de Tomás, defensores de los derechos de los nativos, es cuando se decide convertir la encomienda en vez de eliminarla en un privilegio que beneficiaba solamente a la corona española. Además, esta última sentía temor de que la nueva elite señorial que se estaba conformando por los encomenderos tenga el poder suficiente de revelarse ante la corona (4).

Los conquistadores que ya tenían cierto poder en la colonia se motivaron a protestar contra el rey y no acatar las nuevas leyes establecidas. Es por esto que fue difícil para la corona hacer que se cumplan las leyes, ya que por una parte el rey se encontraba en Madrid y era complicado gobernar a tan larga distancia (5). Asimismo, el Perú se encontraba afectado por los conflictos entre los seguidores de Pizarro y Almagro lo cual no permitía que estas leyes se cumplan (6). Así pues, el rey mando a un virrey para que pudiese controlar y hacer cumplir lo que el dictase. Lamentablemente, las ordenes y leyes que trato de hacer cumplir el virrey Blasco Núñez Vela origino una rebelión la cual estuvo liderada por Gonzalo Pizarro que tuvo como resultado el asesinato del primer virrey de nuestro país.

En conclusión, se puede apreciar que la corrupción y el pensamiento ego centrista han estado presentes en nuestro país desde tiempos coloniales. Esto nos demuestra que no importan los medios sino el fin; los encomenderos asesinaron al virrey para mantener sus privilegios y esa es una clara demostración de corrupción y egocentrismo.



1 Cfr. Klarén 2004: 60-63
2 Cfr. Klarén 2004: 68
3 Cfr. Amat y Leon 2006: 55
4 Cfr. Klarén 2004: 69
5 Cfr. Klarén 2004: 69
6 Cfr. Klarén 2004: 70

Bibliografía:

AMAT Y LEON CH., Carlos (2006) La colisión de culturas, pp. 50 – 71. En: El Perú nuestro de cada día: nueve ensayos para discutir y decidir. Lima: Universidad del Pacífico

KLARÉN, Peter (2004) El choque de imperios y la formación de la sociedad colonial, 1532-1600, pp. 57 – 99. En: Nación y sociedad en la historia del Perú. Lima: IEP.