La consolidación de la deuda interna: "La Gran Estafa"
LA CONSOLIDACION DE LA DEUDA INTERNA
En 1850, bajo el régimen de Ramón Castilla, en pleno auge del guano, se aprobó la ley de la consolidación de la deuda interna, la cual consistió en el pago de las deudas acumuladas por el estado desde las guerras de independencia, dichas deudas estarían constituidas por los diferentes préstamos, reconociéndose estos como créditos contra el estado, de parte tanto de autoridades como civiles y familias que estuvieron dispuestas a financiar, o apoyar, de alguna manera, la independencia del Perú desde 1820.
(Juan Luis Orrego Penagos: "La era del guano" 14/8)
Con el objetivo de multiplicar la suma de dinero que ascendía a los 24 millones de pesos (lo cual significaba 5 veces el presupuesto de la república en 1850), se repartió una grande suma de dinero en manos de un grupo minúsculo, quienes supuestamente invertirían el dinero en beneficio del pueblo, ya que si se repartía a todos no sería una suma significante. Objetivo que nunca se logró.
Se estima que 2028 personas recibieron vales de consolidación, sin embargo sólo 126 acumularon ya dos tercios de la deuda consolidada.
Esta actitud de parte del gobierno le abrió las puertas a la economía de, en su mayoría; hacendados, comerciantes, y funcionaros públicos, quienes dieron acabo el nacimiento de algunos bancos y fábricas de bebidas, textiles, etc, las cuales se crearon en beneficio único y exclusivo de los particulares.
En vista de esta situación, surgen las "demandas de corrupción", las cuales menudearon y encendieron los ánimos de la opinión pública.
(La República del guano, capítulo 3: 5."La consolidación de la deuda interna: un proyecto social")
A lo largo de la historia se han tejido crónicas que explican la manifestación de la corrupción en este escenario político – social.
Según Julio Cotler, por ejemplo, el dinero repartido por Ramón Castillo, beneficiaría a la clase de propietarios nacionales, quienes estaban pasando por una etapa de decadencia, y de esta manera promover el empleo y la paz de la sociedad.
Al mismo tiempo, Heraclio Bonilla señala que el producto de la venalidad y la corrupción de los funcionarios trajo consigo que la deuda reconocida se multiplicara por 6, definitivamente, lo utilización del dinero llegado al gobierno por el comercio del guano, no dio lugar a ninguna mejora o cambio positivo en la economía peruana, al contrario, convirtió a los beneficiarios en una clase rentista y parasitaria.
La corrupción se manifestó en varios escenarios, según Pablo Macera, hubo falsificación en muchos de los bonos de parte del estado, creándose acreedores que no existían, o en otros casos aumentando la cifra de los bonos, al mismo tiempo aparecieron intermediarios que tenían influencias políticas como por ejemplo Juan Crisóstomo Torrico en ese entonces ministro de Echenique, quien era el encargado de negociar los bonos de consolidación.
Jorge Basadre nos manifiesta que muchos de los acreedores que nunca llegaron a ser pagados quedaron arruinados, tanto así, que se la palabra “consolidado” fue llamada, entre los “Peruanismos” de Juan de Arona, como un término despectivo en referencia a la gente que obtuvo beneficios a costa de un acto ilícito como lo fue la consolidación de la deuda interna en el Perú.
(Juan Candela, Crónicas del Perú: “La gran estafa peruana”: La Consolidación)
Bibliografía:
http://cronicasdeperu.blogspot.com/2009/03/la-gran-estafa-peruana-la-consolidacion.html
http://blog.pucp.edu.pe/item/28340
Juan Luis Orrego Penagos: "La era del guano" 14/8